Dramaterapia: la historia de otros escenarios para el teatro

El teatro tiene sus orígenes en los rituales sagrados para la sanación de pueblos. Su presencia se perdió en los tiempos en que el hombre por primera vez se distanció de la naturaleza, aceptó su vulnerabilidad frente a los dioses y al cosmos y se dedicó a los mitos y leyendas. Más allá de los veinticinco siglos de historia del drama, desde los tiempos de Aristóteles hasta hoy, los orígenes coinciden con los inicios de la medicina y la purgación espiritual, religiosa y mística.

El teatro por sí solo no es terapéutico. Ni siquiera la catársis y la piedad de los dioses a la que acudían los griegos podría considerarse como tal. Lo terapéutico comienza con las practicas ancestrales de las artes de la curación. También con las artes de la religión, de la trascendencia. Entonces, la cultura en algún momento separó los roles: el sanador, el actor, el cura  estuvieron unidos en un solo personaje, actor-sacerdote-sanador que se encargaba de conducir los ritos de iniciación, de pasaje, de despedida, de agradecimiento  por las lluvias y las cosechas, de la guerra y de la paz. Sin embargo, con la profesionalización del teatro y del actor en la era del Renacimiento, muchas de aquellas prácticas se perdieron. Quedaron retazos de ellas en el teatro medieval y en la Comedia del Arte, aunque el divertimento de una época oscura apagaba toda espíritu negativo. Ese despliegue se aleja de lo sagrado y se hunde en lo profano.

A comienzos del pasado siglo se producen tres corrientes que han hecho posible el nacimiento de la dramaterapia: la psicoterapia, la terapia ocupacional y el sistema de formación actoral de Stanislavski. La primera vez que se utilizó el neologismo, fue en los años 30 por Peter Slade (1912-2004) que al igual que Boal se ocupó de llevar el teatro a todos los escenarios posibles (terapéutico, social y educativo). Luego más tarde en un simposio de 1945 en Estados Unidos Lewis Barbato escribió un artículo donde de nuevo se usó la palabra Dramaterapia.

Ya en 1949 Bikales publica un artículo con el nombre Drama therapy at Winter Veterans Administration Hospital. Sin embargo, no fue reconocido el vocablo hasta 1965 cuando el actor, director y dramaterapeuta escocés Gordon Wiseman, uno de los pioneros del teatro en la educación y co-fundador de BADth, se une al equipo del Teatro de Belgrado de la ciudad de Conventry. En él realizan un proyecto denominado Project Pow Wow, que consistía en introducir a un grupo de niños en una historia interpretada por un vaquero y un indio. Los niños se relacionaron tanto con el vaquero que ejercía de opresor como con el indio que estaba apresado en una jaula, de esa forma tenían una opinión propia del conflicto. Al final de las interpretaciones de los actores los niños debían tomar la decisión de liberar o no al indio. Nacía así, no sólo la dramaterapia, sino también la educación vivencial. Gordan, creó programas para escuelas de educación especial, teatro de remediación en Londres, teatro participativo en hospitales, hogares de niños y programas para jóvenes delincuentes.

Este método de investigación e intervención psicosocial, tiene sus orígenes en el Servicio de Gineco-Obstetricia del Hospital de Londres a comienzos de los 60`, indicándose a Sue Jenning, una actriz especializada en teatro terapéutico como su pionera. Esta autora, trabajando con mujeres de ese centro asistencial propone las bases de una praxis en desarrollo, que ha sido objeto de diversas investigaciones de campo en diferentes grupos de pacientes e instituciones. Posteriormente Robert Landy, un prolífico autor del Departamento de Dramaterapia de la Universidad de Nueva York, propone la teoría de roles como uno de los puntos centrales de la dramaterapia y Renée Emunah, actriz especializada del Centro Californiano de Estudios Integrales, hace sus aportes integrando elementos del psicodrama moreniano, tales como juego de roles, trabajo de escenas y rituales con técnicas propiamente teatrales como trabajo de personajes, textos, escenas y representación.

En los años 70, Sue Jennings una de las grandes expertas en el uso del drama en terapias, junto con Wiseman Gordan y Marian Lindkvist, comienza a llamar a sus intervenciones dramaterapia. Ya en 1977 Jennings, Gordan, Ditti Dokter y Carol Taylor deciden fundar la Asociación Británica de Dramaterapeutas (BADth, badth.org.uk/). Y en 1979 en Estados Unidos se funda la Asociación Norteamericana de Dramaterapia (NADTA).

Los desarrollos de la dramaterapia en Sudamérica aparecen vinculados, aunque con metodologías diferentes,  grupos de teatro espontáneo de Brasil, Argentina y Uruguay y pueden entenderse como caminos convergentes que buscar re-editar el (o los) componentes teatrales, escénicos y ritualísticos del psicodrama originario de Moreno. Aunque aún no se hable de una integración de disciplinas es frecuente encontrar en congresos y encuentros de psicodramatistas, actividades de teatro espontáneo y dramaterapia. Por lo tanto estos enfoques parece que tienen más puntos comunes que diferencias y la tendencia actual es utilizarlos en relación al campo de aplicación y grupo de destinatarios, más que a puntos de vista dogmáticos y cerrados.

«El teatro es la ruta más adecuada para el logro del potencial expresivo completo, sin importar la limitación física, ni psíquica».  Patricia Sternberg

Una recorrido de la evolución de este arte en Powepoint: Breve historia de la dramaterapia

Fuentes: Scribd, Universidad de Artes de Chile, Ñaque, EDRAS

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